Descripción: Los troyanos y puertas traseras son tipos de malware que permiten el acceso no autorizado a un sistema informático. Un troyano, en particular, se presenta como un software legítimo o inofensivo para engañar a los usuarios y lograr que lo instalen. Una vez dentro del sistema, puede ejecutar diversas acciones maliciosas, como robar información, instalar otros tipos de malware o crear puertas traseras. Las puertas traseras son métodos que permiten a un atacante eludir las medidas de seguridad de un sistema, proporcionando acceso remoto sin el conocimiento del usuario. Este acceso puede ser utilizado para controlar el sistema, robar datos o realizar actividades ilegales. Ambos tipos de malware son especialmente peligrosos porque pueden operar de manera encubierta, dificultando su detección por parte de los antivirus y antimalware. La combinación de troyanos y puertas traseras representa una amenaza significativa para la seguridad cibernética, ya que pueden comprometer la integridad y confidencialidad de la información personal y empresarial.
Historia: El término ‘troyano’ proviene de la famosa historia del Caballo de Troya, donde los griegos engañaron a los troyanos para que aceptaran un objeto que contenía guerreros ocultos. En el ámbito de la informática, los primeros troyanos se documentaron en la década de 1980, con el crecimiento de la computación personal. A medida que la tecnología avanzaba, también lo hacían las técnicas de los atacantes, lo que llevó a la creación de troyanos más sofisticados. Las puertas traseras, por otro lado, han existido desde los inicios de la programación, pero su uso malicioso se popularizó en la década de 1990 con el auge de Internet y la conectividad remota.
Usos: Los troyanos se utilizan principalmente para robar información confidencial, como contraseñas y datos bancarios, y para instalar otros tipos de malware en el sistema infectado. Las puertas traseras son utilizadas por los atacantes para mantener el acceso a un sistema comprometido, permitiendo el control remoto y la ejecución de comandos sin el conocimiento del usuario. Ambos son herramientas comunes en ataques dirigidos y campañas de espionaje cibernético.
Ejemplos: Un ejemplo famoso de un troyano es el ‘Zeus’, que se utilizó para robar información bancaria. En cuanto a puertas traseras, el ‘Back Orifice’ es un caso conocido que permitía a los atacantes controlar sistemas de forma remota. Otro ejemplo es el ‘NetBus’, que también ofrecía acceso remoto a los atacantes.
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