Descripción: El uso malicioso de tecnologías de inteligencia artificial (IA) se refiere a la aplicación de estas herramientas para fines perjudiciales o destructivos. Esto incluye la creación de deepfakes, que son videos o audios manipulados que pueden hacer que parezca que alguien ha dicho o hecho algo que en realidad no ocurrió, lo que puede tener graves repercusiones en la reputación de individuos y en la desinformación pública. Además, el desarrollo de armas autónomas que utilizan IA para tomar decisiones de ataque sin intervención humana plantea serias preocupaciones éticas y de seguridad. Este uso malicioso no solo afecta a individuos, sino que también puede desestabilizar sociedades enteras, erosionar la confianza en los medios de comunicación y en las instituciones, y facilitar la propagación de noticias falsas. La capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de datos y aprender de ellos puede ser utilizada para manipular opiniones, influir en elecciones y crear divisiones sociales. Por lo tanto, es crucial abordar estos problemas desde una perspectiva ética, considerando las implicaciones de la tecnología y estableciendo regulaciones que prevengan su uso indebido.
