Descripción: Los valores en Scrum son los principios fundamentales que guían el comportamiento y la toma de decisiones del equipo Scrum. Estos valores son la base sobre la cual se construye la cultura del equipo y se fomenta un ambiente de trabajo colaborativo y efectivo. Los cinco valores principales de Scrum son: compromiso, coraje, enfoque, apertura y respeto. El compromiso implica que todos los miembros del equipo se dediquen a alcanzar los objetivos del proyecto y a cumplir con sus responsabilidades. El coraje se refiere a la valentía de los miembros para enfrentar desafíos y tomar decisiones difíciles. El enfoque permite que el equipo se concentre en las tareas más importantes y en la entrega de valor al cliente. La apertura fomenta un ambiente donde todos los miembros pueden expresar sus ideas y preocupaciones sin temor a represalias. Finalmente, el respeto es esencial para mantener relaciones saludables y productivas dentro del equipo. Estos valores no solo guían la interacción entre los miembros del equipo, sino que también influyen en la forma en que se relacionan con los interesados y el cliente. En conjunto, estos valores crean un marco que promueve la mejora continua y la adaptación, elementos clave en el desarrollo ágil de software.
Historia: Los valores de Scrum fueron formalizados en la Guía de Scrum, creada por Ken Schwaber y Jeff Sutherland en 2010. Aunque los principios ágiles ya existían desde la publicación del Manifiesto Ágil en 2001, la inclusión de estos valores específicos en Scrum ayudó a definir mejor la cultura y el comportamiento esperado en los equipos que utilizan este marco de trabajo.
Usos: Los valores de Scrum se utilizan para guiar la dinámica del equipo y fomentar un ambiente de trabajo positivo. Se aplican en la planificación de sprints, en las reuniones diarias y en la revisión de resultados, asegurando que todos los miembros del equipo se alineen con los principios ágiles y trabajen de manera colaborativa.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de la aplicación de estos valores es en un equipo que enfrenta un desafío técnico. Si los miembros muestran coraje, pueden discutir abiertamente sus preocupaciones y proponer soluciones innovadoras. Además, al mantener el respeto, se asegura que todas las opiniones sean valoradas, lo que puede llevar a una mejor solución en conjunto.