Descripción: La variación de retraso, también conocida como jitter, se refiere a la fluctuación en los tiempos de retraso de los paquetes que viajan a través de una red. Este fenómeno es crucial en la evaluación de la calidad de servicio (QoS) en redes de comunicación, ya que puede afectar significativamente la experiencia del usuario, especialmente en aplicaciones en tiempo real como videoconferencias, juegos en línea y transmisión de audio. La variación de retraso se mide como la diferencia entre el tiempo de llegada de los paquetes y el tiempo esperado, lo que puede resultar en una entrega inconsistente de datos. Un jitter bajo indica que los paquetes llegan de manera uniforme y predecible, mientras que un jitter alto puede causar interrupciones, retrasos y una calidad de servicio deficiente. La gestión de la variación de retraso es esencial para garantizar que las aplicaciones sensibles al tiempo funcionen de manera óptima, y se logra a través de técnicas de priorización de tráfico y optimización de la red. En resumen, la variación de retraso es un indicador clave de la estabilidad y la fiabilidad de una red, y su control es fundamental para mantener una experiencia de usuario satisfactoria.
