Descripción: Un vehículo de combate terrestre no tripulado es un tipo de plataforma robótica diseñada para operar en entornos de combate sin la necesidad de un operador humano a bordo. Estos vehículos son capaces de realizar diversas funciones, como reconocimiento, vigilancia y, en algunos casos, incluso ataques directos. Equipados con tecnología avanzada, como sensores, cámaras y sistemas de navegación autónoma, estos vehículos pueden operar en terrenos difíciles y en situaciones de alto riesgo, minimizando la exposición de las tropas a peligros. Su diseño puede variar desde plataformas de ruedas hasta vehículos de orugas y pueden ser controlados de forma remota o funcionar de manera autónoma mediante algoritmos de inteligencia artificial. La integración de sistemas de comunicación y procesamiento de datos permite que estos vehículos se conecten con otras unidades y compartan información en tiempo real, mejorando así la eficacia en el campo de batalla. La relevancia de los vehículos de combate terrestres no tripulados radica en su capacidad para realizar misiones complejas y peligrosas, lo que representa un avance significativo en la robótica militar y la estrategia de defensa moderna.
Historia: Los vehículos de combate terrestres no tripulados tienen sus raíces en la década de 1960, cuando se comenzaron a desarrollar sistemas robóticos para aplicaciones militares. Sin embargo, su evolución significativa comenzó en la década de 1990 con el avance de la tecnología de control remoto y la inteligencia artificial. Durante las guerras en Irak y Afganistán, se incrementó el interés en estos vehículos, lo que llevó a la creación de modelos más sofisticados y versátiles. En 2007, el ejército de EE. UU. presentó el vehículo de combate terrestre no tripulado ‘Crusher’, que demostró capacidades avanzadas de navegación autónoma y carga útil. Desde entonces, varios países han invertido en el desarrollo de sus propios vehículos de combate no tripulados, reflejando una tendencia creciente hacia la automatización en el ámbito militar.
Usos: Los vehículos de combate terrestres no tripulados se utilizan principalmente en misiones de reconocimiento y vigilancia, donde pueden recopilar información sin poner en riesgo a los soldados. También se emplean en operaciones de desminado, transporte de suministros y apoyo logístico en zonas de conflicto. Su capacidad para operar en entornos hostiles los convierte en herramientas valiosas para la planificación y ejecución de estrategias militares. Además, algunos modelos están diseñados para llevar a cabo ataques directos, lo que permite a las fuerzas armadas realizar operaciones ofensivas con menor riesgo para el personal.
Ejemplos: Ejemplos de vehículos de combate terrestres no tripulados incluyen el ‘MAARS’ (Modular Advanced Armed Robotic System), utilizado por el ejército de EE. UU. para misiones de reconocimiento y combate, y el ‘THeMIS’ (Tracked Hybrid Modular Infantry System), desarrollado por la empresa estonia Milrem Robotics, que puede ser adaptado para diversas funciones, incluyendo transporte de tropas y apoyo de fuego.