Descripción: Un volumen persistente es un tipo de almacenamiento que se utiliza en entornos de virtualización que permite a los datos ser retenidos incluso cuando la máquina virtual asociada no está en funcionamiento. Esto significa que, a diferencia de los volúmenes temporales que se eliminan al apagar la máquina virtual, los volúmenes persistentes mantienen su contenido y pueden ser reutilizados en futuras sesiones. Esta característica es fundamental para aplicaciones que requieren almacenamiento de datos a largo plazo, como bases de datos, sistemas de archivos y aplicaciones que necesitan conservar su estado entre reinicios. Los volúmenes persistentes se gestionan a través de un sistema de almacenamiento que puede ser local o en red, y son accesibles por múltiples máquinas virtuales, lo que permite una mayor flexibilidad y eficiencia en la gestión de recursos. La implementación de volúmenes persistentes se realiza a través de la integración con tecnologías de almacenamiento como NFS, iSCSI y Ceph, lo que facilita la creación, eliminación y administración de estos volúmenes de manera sencilla y efectiva. Además, su uso contribuye a la resiliencia de las aplicaciones, ya que los datos no se pierden en caso de fallos en la máquina virtual, lo que es crucial para mantener la continuidad del negocio y la integridad de la información.