Descripción: La energía de las olas, o ‘wave energy’, se refiere a la energía aprovechada del movimiento de las olas del océano. Este tipo de energía renovable se genera a partir de la conversión del movimiento mecánico de las olas en energía eléctrica o térmica. Las olas son el resultado de la acción del viento sobre la superficie del agua, y su energía puede ser capturada mediante diversas tecnologías que transforman este movimiento en electricidad. La energía de las olas se considera una fuente de energía limpia y sostenible, ya que no produce emisiones contaminantes durante su operación y tiene un impacto ambiental relativamente bajo en comparación con las fuentes de energía fósil. Además, su potencial es significativo, ya que se estima que las olas pueden generar una cantidad considerable de energía en regiones costeras, contribuyendo así a la diversificación de la matriz energética y a la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. La investigación y el desarrollo en este campo están en constante evolución, buscando mejorar la eficiencia y la viabilidad económica de las tecnologías de captura de energía de las olas, lo que la convierte en una opción prometedora para el futuro de la energía sostenible.
Historia: La historia de la energía de las olas se remonta a principios del siglo XX, cuando se realizaron los primeros experimentos para aprovechar este recurso. En 1940, se construyó la primera planta de energía de olas en la costa de Oregon, aunque no fue comercialmente viable. A lo largo de las décadas, varios países han invertido en investigación y desarrollo, con hitos importantes como el dispositivo Pelamis en 2000, que fue uno de los primeros sistemas de energía de olas en ser probado en el mar.
Usos: La energía de las olas se utiliza principalmente para generar electricidad en instalaciones costeras. También se investiga su uso para la desalinización de agua y para alimentar sistemas de energía en islas remotas. Además, se están explorando aplicaciones en la industria del transporte marítimo, donde la energía de las olas podría complementar otras fuentes de energía.
Ejemplos: Un ejemplo práctico de energía de las olas es el proyecto ‘WaveRoller’ en Portugal, que utiliza paneles sumergidos para capturar la energía de las olas. Otro caso es el dispositivo ‘Pelamis’, que ha sido utilizado en pruebas en Escocia y Portugal para generar electricidad a partir del movimiento de las olas.