Descripción: La energía eólica es la energía obtenida del viento utilizando aerogeneradores. Este tipo de energía renovable se basa en la conversión de la energía cinética del viento en energía eléctrica, lo que la convierte en una alternativa sostenible a los combustibles fósiles. Los aerogeneradores, que son grandes estructuras con aspas que giran al ser impulsadas por el viento, capturan esta energía y la transforman en electricidad. La energía eólica es considerada una de las fuentes de energía más limpias, ya que no produce emisiones de gases de efecto invernadero durante su operación. Además, su uso contribuye a la reducción de la dependencia de recursos no renovables y ayuda a mitigar el cambio climático. La instalación de parques eólicos puede llevarse a cabo en tierra o en el mar, y su capacidad de generación puede variar desde pequeños sistemas para uso doméstico hasta grandes instalaciones que alimentan redes eléctricas enteras. La energía eólica no solo es beneficiosa para el medio ambiente, sino que también puede impulsar economías locales a través de la creación de empleos en la construcción y mantenimiento de infraestructuras eólicas.
Historia: La energía eólica tiene sus raíces en la antigüedad, cuando se utilizaban velas en barcos y molinos de viento para moler grano. Sin embargo, el desarrollo de aerogeneradores modernos comenzó en el siglo XIX, con la construcción del primer generador eléctrico impulsado por el viento en 1887 por el inventor escocés James Blyth. A lo largo del siglo XX, la tecnología de los aerogeneradores evolucionó, y en la década de 1970, la crisis del petróleo impulsó un renovado interés en las energías renovables, incluida la energía eólica. Desde entonces, la energía eólica ha crecido exponencialmente, convirtiéndose en una de las fuentes de energía renovable más utilizadas en todo el mundo.
Usos: La energía eólica se utiliza principalmente para generar electricidad, que puede ser utilizada en hogares, industrias y para alimentar redes eléctricas. Además, se puede emplear en aplicaciones más pequeñas, como sistemas de bombeo de agua en áreas rurales o en la carga de baterías para dispositivos electrónicos. También se investiga su uso en la producción de hidrógeno a partir de la electrólisis del agua, utilizando electricidad generada por aerogeneradores.
Ejemplos: Un ejemplo destacado de energía eólica es el Parque Eólico de Gansu en China, que es uno de los más grandes del mundo, con una capacidad instalada de más de 7,965 MW. En Europa, el Parque Eólico de Hornsea One en el Reino Unido, que opera en el mar del Norte, tiene una capacidad de 1,218 MW y puede abastecer a más de un millón de hogares. En América, el Parque Eólico de Alta en California es otro ejemplo significativo, con una capacidad de 1,550 MW.