Descripción: Los desafíos enfrentados durante el desarrollo de aplicaciones en el SoC Zynq-7000 son diversos y complejos, dado que este sistema en chip combina la flexibilidad de un FPGA (Field Programmable Gate Array) con la potencia de un procesador ARM. Uno de los principales retos es la integración efectiva de hardware y software, ya que los desarrolladores deben optimizar el rendimiento de ambos componentes para lograr una comunicación eficiente y un funcionamiento fluido. Además, la programación de la parte FPGA requiere un conocimiento especializado en lenguajes como VHDL o Verilog, lo que puede ser una barrera para aquellos que provienen de un entorno de desarrollo más centrado en software. Otro desafío significativo es la gestión de recursos, dado que el Zynq-7000 tiene limitaciones en términos de memoria y capacidad de procesamiento, lo que obliga a los ingenieros a ser creativos en la asignación de recursos. La depuración también puede ser complicada, ya que los errores pueden surgir tanto en el hardware como en el software, lo que requiere herramientas de diagnóstico avanzadas y un enfoque metódico para la resolución de problemas. Por último, la necesidad de cumplir con estándares de tiempo real en aplicaciones críticas añade otra capa de complejidad al desarrollo, exigiendo un diseño cuidadoso y pruebas exhaustivas para garantizar la fiabilidad del sistema.